domingo, 22 de marzo de 2009

Socialismo Espiritual del Siglo XXI


Juan Díaz Guerrero no pudo evitar, tras un tiempo de maduración e interiorización sobre lo que significaban la teorías sociales revolucionarias de liberación colectivas, llegar a dar un paso más de compromiso recto y firme en el terreno de esta praxis progresista de emancipación redentora.

Tras esa firme convicción, Juan dejó de ser un sujeto pasivo y alienado, víctima de espejismos ilusorios y carnaza del mercado de consumo, para insertarse en la historia, con una clara toma de conciencia de clase y lleno de amor hacia todos los seres.

Juan Díaz Guerrero, descendiente de familia de clase trabajadora y proletaria pasó a ser el camarada Juan y mediante la militancia política en el Partido Comunista del Pueblo de Cataluña asumió su papel en la historia de la lucha de clases con el compromiso de prender fuego en el corazón de los hombres y mujeres y despertarlos del sueño profundo en el que el dios griego de los sueños, Morfeo, les tenia sometidos.

Sin embargo, a pesar de su reciente incorporación y falta de rodaje, Juan tenía muy claro que la clave del éxito de su nueva misión consistía en un nuevo salto cualitativo en las formas y contenidos de las tradiciones revolucionarias heredadas hasta el momento. Eso sí, sin por ello desvirtuar las enseñanzas más puras del pensamiento de Carlos Marx, Federico Engels y Vladimiro Lenin.

El nuevo hombre y la nueva mujer, sospechaba el Camarada Juan, surgirían de la confluencia entre las tradiciones políticas progesistas occidentales y las practicas de liberación interior orientales. Revolución exterior y revolución interior, ambas juntas e inseparables para conseguir la meta final de un nuevo salto cualitativo en la evolución de las sociedades humanas.

La revolución prendía otra vez en la historia..."

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