miércoles, 16 de julio de 2008

Cargando las pilas en Gilgit (Pakistan)

Es dificil explicar lo bien que nos sentimos en la Guest House de Abdul Qayum ya en Gilgit (Pakistan). Viajamos mucho en poco tiempo. Estabamos muy cansados. Hizimos el recorrido de Osh (Kirguizistan) a Gilgit, en Pakistan, en a penas una semana.

Dejamos atras hermosas experiecias en Kirziguistan. Conocimos sus lagos sagrados en los altares de aquellas montanas tan majestuosas. Conocimos la austeridad de los kirguizos en la capital (Biskek); saltamos de alegria junto con los militares espanoles en Biskek cuando Espana gano la Eurocopa, no pudimos escapar de la garra de los burocratas en las embajadas buscando las ultimas visas para llegar al India; cabalgamos a caballo durante dos dias hasta llegar al lago SonKul; escuchamos el silencio y sentimos la paz de los montanas sagradas del pais; viajamos por carreteras interminables y vehiculos imposibles, dias y noches enteros, mientras el marco incomparable de la sierra de los Pamires se reia de nosotros; sorteamos los policias de la frontera con China tocando canciones espanolas; etc.

En China solo estuvimos 5 dias debido a la corta duracion de la visa de transito. Aun asi tuvimos tiempo de aprovechar bien esos dias. Descansamos en Kashgar un par de noches y despues de saludar a Mao Zedong y pillarle el truco a comer con los palillos tomamos la autopista del Karakorum (una de las autopistas con las vistas mas bellas del mundo) hacia Pakistan.

Antes de llegar al paso Kunjerab ( a 5 mil metros, creo) pasamos una noche en el lago Karakorum (antes de llegar a la frontera) y alli dormimos en una Yurta kirguiza donde pasamos un frio terrible, a pesar de la visita inesperada de las autoridades chinas en mitad de la noche, que se empenaron en que no podiamos dormir alli.

Al dia siguiente atravesamos la forntera con Pakistan sin problemas y viajamos interminables horas por la carrtera Karakorum sin despegar los ojos de las ventalillas sucias del bus. Rapidamente pudimmos darnos cuenta de que este pais no tiene nada que ver con lo que habiamos visto hasta ahora. Sera por la religion, la cultura, las etnias, los procesos historicos, etc, Los pakistanies sonrien, te dan la mano, te ofrecen, te invitan... puedes apreciar la inocencia de la gente, la hospitalidad, la buena energia. Parece que todos se conozcan en esta area del Norte.

Asi que, como contaba al principio, nos encontramos en Gilgit, en casa de Qayum, un pakistani que estuvo en la Ibiza hippy de finales de los 70 y que sabe muy bien espanol, donde pasamos los dias meditando, aprendiendo de su generosidad, tocando la guitarra y, en definitiva, cargando las pilas antes de seguir hasta Islamabad.

Manana tendremos listos los trajes locales (a medida) que nos ha preparado un sastre de la ciudad para integrarnos mas en la cultura. Preparaos para las risas cuando veais las fotos.

Nada mas. Soy breve. Deciros que el acceso a internet es muy dificil y lento.

Se os extrana mucho.

Besos y Abrazos

Que todos los seres sean felices!

2 comentarios:

Anónimo dijo...

De la comida, háblanos de la comida! Y de los ojos de la gente...

Bonne continuation, enfants chéris

Ricard dijo...

La comida es genial aunque suelo prepararme la comida con los productos locales. Arroz, Chapatis (pan de pita), bolas de carne, salsas picantes, especies de todo tipo, salteados de verduras... Hay de todo y muy bueno.

Cambiando un poco de tema, en los ojos de la gente puedes encontrar muchas veces la inocencia de un crio pequeno y la pura transparencia de alguien que quiere ser tu amigo, algo que sorprende depues de viajar por Asia Central.

Sin embargo, no hay nada como comprovarlo por uno mismo!